domingo, 12 de noviembre de 2017

Reflexiones de un Joven Enamorado - Carta a la Intolerancia

Carta a la Intolerancia



Hace más de un año, por medio de mi mejor amigo, conocí a un chico del cual ya sabía muchas cosas, por supuesto tenía sus cosas buenas, pero sobre todo era consciente de las cosas malas, también tuve la oportunidad de conocer las cosas no tan buenas, pero fue hasta que me tocó tenerlo en frente; cuando me habló, cuando vi su sonrisa y el brillo en sus ojos, algo dentro de mí se estremeció, yo también sonreí, me emocioné y en esos breves minutos que pasé con ese chico, volví a vivir, pero para ese entonces mi corazón no sabía amar, no quería, estaba roto, y sólo lo deje ir, subió al autobús, se fue, y su nombre quedó grabado en mi memoria. 

Al poco tiempo, le di un libro a mi mejor amigo para que se lo entregara a ese chico, un libro de cocina porque sabía que le gustaban esas cosas; él se lo entregó, pero nunca le dijo que fui yo quien se lo regaló realmente, hasta hace poco más de un mes que me atreví a contactarlo y le dije que yo fui quien se lo regaló.

Comenzamos a hablar desde ese día más seguido, a compartir cosas, vivencias, gustos, hasta que llegó el momento de vernos nuevamente, nos vimos en una plaza, hablamos, caminamos, reímos, moríamos de nervios y al final de la caminata nos sentamos en un banco y el comenzó a contarme otras cosas, y cuando llegó el momento de expresar lo que sentía en ese instante, sus ojos se llenaron de lágrimas y entre las mismas, con la voz temblorosa, me dijo que estaba feliz de haber compartido conmigo, desde ese momento supe que El era el amor de mi vida. 

Poco a poco continuamos conociéndonos, experimentando, aprendiendo el uno del otro, aceptando y entendiendo nuestros defectos, maneras de pensar y actuar, hasta que decidí arriesgarme y presentarlo a mi familia como el hombre que amo, y gracias al cielo las cosas se han dado de forma hermosa, mi hermanita y mi prima lo aman, mi abuela lo adora, mi mamá está aceptando todo y mi padre comienza a adaptarse, todo va tomando su lugar sin prisas.

Lo que quiero que se entienda con todo esto, es que el amor es un sentimiento rebelde, que se permite hacer lo que quiere en el corazón humano y todo lo hace para engrandecerte, para elevarte sin importar las consecuencias, y aunque no sea eterno, si puede llegar a ser duradero y fuerte cuando luchas por él y eres capaz de entender los gustos, defectos y hasta preferencias sexuales de la otra persona.

Aunque una persona sea heterosexual, y la otra bisexual, pueden llegar a ser los mejores amigos y amantes, los protagonistas de una historia sin final, una historia imperfecta y llena de sacrificios, pero verdadera y valiosa en todo sentido. 

Si alguien se abre contigo, si te mira bonito, si te busca, si te ofrece cariño y protección, no la dejes ir sólo porque es diferente a ti en físico o preferencias, sigue siendo humano y está lleno de belleza, una belleza que, si no aprendes a verla y valorarla, otra persona te la arrebatará y habrás perdido posiblemente al amor de tu vida.  La vida no es difícil, ni es rara, ni complicada, nosotros la hacemos así por no querer o no intentar madurar, entender en su momento lo corta y cautivadora que es.

Por primera vez en mi vida, puedo decir que amo de verdad, a mis casi 28 años de edad, un niño lleno de imperfecciones y de demonios se robó mi corazón y mi alma por completo, y sé que nadie más ocupará el lugar que ocupa dentro de mí. 

Sé feliz, no juzgues, entrégate, no dudes, que la vida se nos escapa en un instante, y el amor se presenta ante nosotros, pero no se hace esperar demasiado, y si no le abres la puerta a tiempo, se irá y llenará de felicidad a alguien más. 

Suerte, chica o chico, te queda mucho camino por recorrer.

J.R. Gream Echavarria